El 19 de diciembre hacia el mediodía un grupo de operarios del GCABA estuvo trabajando en el Pque. "Gral. Paz" (o L. M. Saavedra) para la instalación de los gimnasios que está instalando el Gobierno en los espacios verdes.
Si bien la iniciativa de instalar estos equipos no es mala ya que desde la agrupación hace 10 años venimos impulsando el Circuito Interbarrial de la Salud (C.I.S.), consideramos que la cantidad de hormigón sobre el césped es exageradamente innecesaria pero es algo a lo que ya nos tiene acostumbrados esta gestión del Gobierno de la Ciudad beneficiando a las empresas hormigoneras.
A continuación imágenes de distintos "aparatos" para ejercitarse ubicados en espacios verdes de la ciudad:
Como se decía más arriba se puede observar la gran cantidad de hormigón utilizado para la instalación de los aparatos de ejercicios.
La empresa Gatorade tambien ha instalado en el Pque. 3 de Febrero lugares para ejercitarse. Como puede notarse en esta imagen no existe presencia de hormigón lo que hace a estas estructuras más agradables a la vista y compatibles con su entorno.
Estas dos últimas imágenes dan muestra de las incoherencias dentro de las propias gestiones de gobierno. Estos sectores de entrenamiento fueron instalados durante la gestión de Fernando De la Rúa y como puede observarse también son compatibles con su entorno y no se ha derrochado hormigón para contenerlas priorizándose así el mínimo impacto sobre el espacio verde. Estas fotos fueron tomadas sobre el Parque de la Solidaridad ubicado en la Av. Pque. Roberto "Polaco" Goyeneche.
A las claras puede verse que el gasto de casi $3millones para realizar obras nuevas no se justifica cuando ya existen estructuras preexistentes que requieren de mantenimiento y más si se tiene presente que la foto del Circuito de Gatorade se halla a menos de 100 metros del "Gimansio" del Gobierno de la Ciudad en el Parque 3 de Febrero. Es bueno saber que cualquier obra de modo directo por el Gobierno que tenga un costo menor a $3millones no requiere ser aprobada por la Legislatura y en consecuencia el control de la misma en todo sentido queda prácticamente anulado.
Para una gestión de gobierno que hace hincapié en una ciudad más verde es muy contradictorio que cada vez más los pocos espacios verdes que quedan los estén llenando de hormigón y haciéndolos más grises y tranformándolos en sitios poco atractivos donde los vecinos no se sienten bienvenidos, pese a que desde las ONGs quisiéramos dar nuestras opiniones al respecto vemos que el diálogo no existe y por lo tanto no nos une.
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